#LiderarYCrecerEnLaCrisis #COVID-19 #EMPRESAS
La pasión impulsa el compromiso, la competencia y la felicidad, a la vez que se alimenta de ellos.
En esta ocasión analizaremos desde el punto de la empresa, como manejar la pasión como recurso para el liderazgo.
Cuando algo nos apasiona no nos importa dedicar mucho tiempo y esfuerzo en ello, pues no sólo nos resulta gratificante sino que además solemos lograr resultados, todo lo cual nos retroalimenta en el desarrollo de pensamientos, actitudes, hábitos y acciones vinculadas a dicha actividad, logrando en consecuencia que la pasión siga creciendo en nosotros, algo que los líderes pueden aprender a manejar.
La pasión es la tercera de las dimensiones que cierra la primera de las triadas “visión, criterio y pasión” sobre las que venimos proponiendo a los líderes el manejo metodológico de un proceso de cambio y crecimiento desde la crisis como oportunidad.
Desde The Growth Management Science, Co, seguimos apoyando a profesionales y empresas a través de nuestra iniciativa #LiderarYCrecerEnLaCrisis. ¡Haz click en el enlace, siguela a través del hashtag o suscríbete a nuestro blog!.
Por Ignacio Bernabé
Resulta cuanto menos curioso que etimológicamente la palabra pasión indique lo contrario que la acción, cuando podemos observar una alta proactividad en las personas que ejercen sus pasiones.
Del latín passio, se asocia al verbo pati, patior (padecer, sufrir, tolerar). Es por ello que tradicionalmente se ha vinculado a un sentimiento tan profundo que supera el límite del dolor físico o psicológico (por ejemplo, la pasión de Cristo) y a la obsesión (crimen pasional).
Quizá porque a diferencia de la acción, la pasión no se asocia a la voluntad o libre elección de las personas quedando por tanto fuera de toda consideración racional. Es algo que simplemente va alimentándose y creciendo.
En todo caso, para bien o para mal, la pasión es una fuerte inclinación de la que es dificil sustraerse. Una fuerza que nos impulsa (paradógicamente) hacia la acción, pues nos ayuda a superar miedos, a desprendernos de creencias limitadoras, a descubrir capacidades, motivaciones… para entregarnos plenamente a una relación o a una actividad, por ejemplo.
Este concepto se concibe, por tanto, como un enorme interés por una persona, cosa, causa, actividad… De este modo decimos de una persona que algo le apasiona, cuando la observamos fuertemente vinculada a una idea, a un proyecto, etc.
Y cuando algo nos apasiona no nos importa dedicar mucho tiempo y esfuerzo en ello, pues no sólo nos resulta gratificante sino que además solemos lograr resultados, todo lo cual nos retroalimenta en el desarrollo de pensamientos, actitudes, hábitos y acciones vinculadas a dicha actividad, logrando en consecuencia que la pasión siga creciendo en nosotros.
Cualquier persona o profesional apasionado, suele decir que “se le pasan las horas volando”. Picasso decía que la inspiración siempre le encuentra trabajando, podemos imaginarlo en su taller un domingo cualquiera dejándose llevar por ella. Corredores que entrenan sin parar, simplemente para lograr superarse a sí mismos. Informáticos que arrancan horas al sueño para terminar su nueva App. Emprendedores con jornadas interminables. Artistas que ensayan hasta la extenuación. Aventureros, soñadores, pensadores… la pasión nos mueve más allá de los límites que otros no son capaces de alcanzar.
Sin duda las personas apasionadas se encuentran en su elemento, como diría Ken Robinson, y es por ello que se manejan en otra dimensión donde los conceptos de tiempo y esfuerzo se ven relativizados por otros íntimamente relacionados: el compromiso, la competencia y la felicidad.
La investigación nos ha llevado a observar cómo las personas entregadas a sus pasiones manifiestan significativamente estos 3 aspectos clave del Growth Management.
Y sabemos que una persona comprometida, competente y feliz, desarrolla mejor su talento, se adapta más eficazmente a las circunstancias, gestiona mejor sus emociones, es más creativa, resuelve mejor los problemas, aporta mayores soluciones, es más optimista, incluso vive más y con mayor calidad de vida. Es por ello que es más susceptible de desarrollar a su vez nuevas pasiones.
Por tanto la pasión impulsa el compromiso, la competencia y la felicidad, a la vez que se alimenta de ellos. Todo fluye multidireccionalmente dando lugar, ya llevándolo al ámbito de la empresa, a profesionales que generan mayores resultados.
Diferentes estudios convergen en datos similares. Estos profesionales presentan hasta 33% más energía, adaptación y dinamismo, hasta un 300% menor riesgo de tener accidentes y bajas laborales, y hasta un 88% de mayor productividad, habiendo una relación directamente proporcional entre estos aspectos y el potencial de crecimiento de las empresas.
Confuccio expresó: “Encuentra un trabajo que te apasione y no trabajarás ni un solo día”. Y aunque esto no debe ser tomado al pié de la letra, pues obviamente una cosa el la pasión desarrollada desde la libertad y libre disposición del tiempo, y otra la que está sujeta a los condicionantes laborales y profesionales (plazos, protocolos, normas, procedimientos…), lo que no cabe duda es que la pasión nos sitúa en otra dimensión.
Por todo ello el Growth Management maneja el concepto pasión desde el enfoque de una energía que nos mueve a la acción, algo que la propia investigación vincula determinantemente con los profesionales que logran mayores resultados.
Y en consecuencia, la pasión es junto con la visión y el criterio, la tercera de las dimensiones que debemos potenciar en todo proceso de cambio y crecimiento, todo lo cual nos ayudará a salir de la zona conocida, superar miedos, vencer frustraciones y ser resilientes, hasta que poco a poco dejemos la senda del cambio para situarnos en el camino del crecimiento.
Un proceso, en definitiva, de autodescubrimiento, que puede ser manejado más eficazmente a través de toda esa energía que nos da la pasión, la que nos va a mantener plenamente activos en el desafío.
En la práctica
Veamos ahora cómo potenciar la pasión en los equipos durante el proceso:
Si como equipo ya se tiene definida una visión de futuro (una imagen del propio equipo en el marco de una imagen de la empresa) desde las oportunidades que conforman su realidad presente, y se está empezando a construir en claro alineamiento con el potencial individual y colectivo (capacidades, motivaciones, valores…), el líder deberá poner ahora toda su atención en impulsar los conceptos de compromiso, competencia y felicidad. Este es el modo en el que el equipo caminará cada vez con mayor energía (confianza, ilusión, esperanza…) hacia ese futuro que ha sido capaz de imaginar y que está en su mano lograr.
Para ello el líder debe conectar a menudo a su equipo con la visión y con el sentido del proceso de cambio y crecimiento en el que se encuentra, facilitando periódicamente algunas preguntas como estas:
- ¿Qué estamos haciendo? ¿Qué estamos dispuestos a hacer? ¿Por qué?
- ¿Cómo de bien lo estamos haciendo? ¿Cómo lo vamos a hacer aún mejor? ¿Por qué?
- ¿Cómo estamos siendo capaces de superarnos? ¿Cómo nos sentimos cuando avanzamos en el proceso? ¿Por qué?
Adicionalmente los líderes pueden desarrollar hasta 4 roles y competencias de Growth Management que les ayudarían a potenciar más eficazmente el crecimiento de sus equipos, desde el manejo estratégico del cambio como oportunidad.
Ignacio Bernabé es Presidente de The Growth Management Science, Co, consultora especializada en la gestión del crecimiento de personas, equipos y organizaciones. Creador del Growth Management, un modelo aplicado en más de 20 países y New York Award al mejor Management Speaker Internacional entre otros reconocimientos, es uno de los más importantes expertos españoles de referencia mundial por su contribución desde nuevas perspectivas humanistas, y uno de los conferenciantes y coaches más solicitados por las grandes compañías.
The Growth Management® Science Company
www.thegrowthmanagementscience.com
EUROPA | LATAM | EEUU