#CongresoGrowthManagement
Con motivo del 1er Congreso Internacional de Growth Management, iniciamos una serie de publicaciones que inspiran el contenido expuesto en las distintas conferencias.
Los procesos de cambio y crecimiento de personas, equipos y organizaciones, pueden ser potenciados más eficazmente desde el manejo dinámico de estas 3 actitudes que resultan fundamentales para iniciarlos y perseverar en ellos.
Ignacio Bernabé
Los seres humanos somos complejos, y es un hecho constatable que permanecemos en un estado constante de cambio.
Es un hecho que las células de nuestro cuerpo se renuevan constantemente y que entre siete y diez años, tan sólo, todas han cambiado, es decir, literalmente tenemos un nuevo cuerpo. Si bien, el ADN que tiene las instrucciones se va dañando hasta que eventualmente impide la división de células, y es así como envejecemos.
Pero todos hemos oído hablar de la sabiduría de los viejos. Sin duda a medida que nos hacemos mayores, acumulamos un mayor conocimiento sobre la vida y sobre nosotros mismos. Sólo tenemos que mirar hacia atrás y observaremos que afortunadamente no somos los mismos en nuestra manera de pensar, de sentir y de hacer. ¡Hemos evolucionado!.
Sin embargo conviene comprender diferentes aspectos clave del cambio, que nos van a permitir manejarlo más eficazmente, tanto a nivel personal, como de equipo y organizacional.
Aceptación
En primer lugar debemos saber que la memoria humana es una especie de disco duro dinámico y no del todo fiable, pues la información que almacenamos va cambiando conforme crecemos a lo largo de la vida, sin embargo conforme pasa el tiempo se va difuminando. Es ahí donde residen nuestros recuerdos en linea con nuestras actuales creencias, que en ningún caso corresponden a la realidad objetiva sino a la que percibimos desde la interpretación de la experiencia vivida y el recuerdo cada vez más difuso de la misma.
Otro aspecto a considerar es que a pesar de que la personalidad tiende a ser relativamente estable, también cambia desde la experiencia vital, y especialmente el carácter que se conforma desde nuestros hábitos y comportamientos.
Por último, la interacción entre los genes y el entorno determina las conductas, que son consecuencia de las experiencias que vivimos en relación con nuestra propia actividad mental.
Sin duda somos cambio en estado puro, si bien no somos conscientes apenas de los cambios que realmente suceden en nosotros.
La neurobiología nos ha enseñado como nuestro cerebro cambia a cada momento, con cada experiencia o aprendizaje. Pero pese a que el cambio forma parte de nuestras vidas, cuando sentimos que hemos alcanzado un estado de comodidad o bienestar, nos resistimos a cambiar. No hay lugar a dudas que somos animales de hábitos, nos cuesta dejar de hacer, aquello que estamos acostumbrados a hacer.
Aceptar el hecho incuestionable de que todo cambia en nosotros y a nuestro alrededor, implica aceptar el cambio como un mecanismo, no sólo de supervivencia, sino de evolución de nuestro propio Ser, algo directamente relacionado con nuestro compromiso, competencia y felicidad.
Se trata de aceptar por tanto el cambio, como una auténtica oportunidad para superarse y mejorar como personas y como profesionales, también como organizaciones y como sociedad en general.
Se acepta más fácilmente la realidad del cambio desde la comprensión de que nuestros pensamientos son sólo interpretaciones, que nuestros sentimientos son subjetivos y personales, y que nuestros recuerdos son memorias deformadas por el tiempo, todo lo cual nos da la oportunidad de revisar, reinterpretar, rehacer, etc. Es decir, la oportunidad de reinventarnos a cada momento, o lo que es lo mismo, la oportunidad de crecer dinámicamente.
Pero la aceptación no es resignación ni conformismo, pues a diferencia de estas conductas limitadoras, la aceptación nos hace ser conscientes de que podemos empezar a construir una nueva realidad, reportándonos emociones más productivas.
La aceptación beneficia nuestra apertura psicológica: nos adiestra a reconocer la realidad y fomenta nuestra sensibilidad hacia nosotros mismos y nuestro ambiente social, tal y como expresa Steven C. Hayes.
El Growth Management maneja dinámicamente la aceptación en muy directa asociación con el sentido (del cual ya sabemos que es un aunténtico motor, gracias a las investigaciones de Victor Frankl) y con la visión.
Cualquier cambio consciente, requiere por encima de todo de un gran sentido en relación a la visión que tenemos de nosotros mismos, la que queremos construir y el modo en el que lo estamos haciendo, porque en su ausencia nos convencemos de que no vale la pena intentar cualquier cambio y nos resistimos a esa posibilidad. Sin embargo cuando lo encontramos, se convierte en gran un acicate que nos impulsa desde la poderosa idea del cambio como oportunidad.
La aceptación se potencia a través del sentido. Este nos ayuda a aceptar los procesos de cambio como algo importante para nuestro propio crecimiento personal y profesional, fortaleciendo nuestra visión de presente y de futuro.
Por todo ello, la aceptación es la primera de las actitudes que nos van a permitir progresar en cualquier proceso de cambio, dejando atrás el pasado y tomando las riendas del presente para poder empezar a construir nuestro futuro.
Se trata por tanto de que desarrollemos ese gran impulsor que es el la aceptación, que en ocasiones llega tras superar la negación, el enfado y la tristeza, pero nos lleva rápidamente hacia la superación a través de otros dos grandes impulsores, que son la determinación y la convicción.
Determinación
Tal y como expresa Angela Lee Duckworth: “Necesitamos tomar nuestras mejores ideas, nuestras mejores intuiciones más fuertes y probarlas. Necesitamos medir si han sido exitosas y tenemos que estar dispuestos a fallar, a equivocarnos, a comenzar todo de nuevo con las lecciones aprendidas. En otras palabras, necesitamos ser determinados”.
Duckworth es autora del libro Grit: The Power of Passion and The Perseverance. Grit podría traducirse como fuerza o firmeza de carácter, perseverancia, tenacidad…
La determinación se asocia a la firme creencia en uno mismo, a la necesaria perseverancia, resistencia y resiliencia para lograr nuestros propósitos, siendo conscientes de que en el camino vamos a tropezar y a caer, pero aun así nos vamos a levantar una y otra vez, cuantas veces hagan falta pues de este modo estaremos con seguridad cada vez más cerca de las metas que perseguimos.
Diferentes estudios demuestran que el éxito (como quiera cada cual comprenderlo), está intimamente ligado a la determinación, pues reemplaza el “no puedo”, por el “voy a lograrlo”, activando constantemente nuestros recursos personales.
Según Duckworth: “significa combinar interés, práctica, propósito y esperanza”, porque una persona o equipo que manifiesta determinación, sigue adelante con ilusión a pesar de los errores, los tropiezos y las caídas.
- El interés, no sólo por nuestros objetivos sino también por el camino que recorremos para llegar a ellos, alimenta la determinación, ayudándonos a centrar la atención y a aplicar un esfuerzo constante en la dirección que nos marcamos.
- La práctica implica pasar a la acción con constancia. Significa intentarlo una y otra vez, generando aprendizajes en nuestro camino hacia las metas.
- El propósito es la determinación firme de lograr algo. Es lo que nos ayuda a perseverar cuando los objetivos son a largo plazo. El propósito es como una luz que nos guía en nuestro camino.
- Por último, la esperanza nos mantiene en la idea de que a pesar de las dificultades, podemos seguir luchando y alcanzar nuestros objetivos.
El Growth Management maneja la determinación en íntima relación con la consciencia y con el criterio.
Ya sabemos del gran poder de la consciencia respecto al cambio. Elevando la consciencia, los cambios vienen sólos (Jon Kabat-Zinn). Y el criterio se refiere a la activación de los recursos internos (capacidades, motivaciones, valores…) y externos (modelos, herramientas, técnicas…) que necesitamos para desarrollar dinámicamente todo nuestro potencial.
Manteniendo alta la consciencia durante el proceso de cambio, permanecemos conectados con el sentido, manteniendo a su vez el interés, el aprendizaje y el esfuerzo a lo largo del tiempo.
Es así como logramos encontrar los recursos, y con un mayor criterio impulsar con constancia nuestra fuerza de voluntad hacia la acción mientras recorremos el camino del crecimiento.
La determinación es la actitud que debemos impulsar, tras la aceptación.
Si la aceptación nos da alas, la determinación nos da la energía necesaria para seguir batiéndolas con fuerza, una y otra vez.
Convicción
No debemos olvidar que todo proceso de cambio significa adentrarse en un camino desconocido. En el cambio tenemos que manejarnos en la incertidumbre, lo que requiere elevar la confianza en nosotros mismos, superar nuestros miedos y ser tolerantes al dolor y a la frustración entre otros aspectos.
Por ello vamos a necesitar desarrollar una tercera actitud clave, que es la convicción.
La convicción es la fidelidad a uno mismo. La coherencia con nuestra manera de pensar y sentir. El alineamiento firme con nuestros propósitos, ideas y valores, con independencia de todo aquello que mueve a otras personas.
La convicción nos hace cada vez más libres, alejándonos de prejuicios y creencias sociales, aunque a veces entre en contradicción con lo que otras personas esperan de nosotros. Aun así, nos da la seguridad necesaria para seguir nuestro camino en la confianza de que es el que queremos y estamos dispuestos a recorrer del modo en el que lo estamos haciendo.
Por supuesto, lo que mueve en nosotros la convicción, es perfectamente compatible con las necesarias normas sociales, que según Bicchieri: “no son más que el resultado de las interacciones de los individuos y deben entenderse como una especie de gramática de las interacciones sociales”, sin que ello suponga que como individuos mantengamos con fuerza nuestras propias creencias.
La clave de la convicción está en el autodescrubrimiento, por ello se activa con fuerza una vez hemos emprendido el cambio, desde la aceptación y con determinación. Sólo cuando avanzamos en el proceso, empezamos a descubrir que somos capaces de hacerlo. Sólo cuando damos pasos en la dirección que nos planteamos, cuando nos caemos y nos levantamos y cuando reímos después de llorar, es cuando nos damos convencemos de que aun así podemos lograrlo, pese a las dificultades.
Es de este modo como permanecemos cada vez más fieles a los motivos que nos llevaron a iniciar un proceso de cambio personal, consciente y con gran sentido para nosotros.
El Growth Management maneja la convicción desde su relación con la responsabilidad y la pasión.
La responsabilidad nos lleva y nos mantiene en la acción, generando orgullo y satisfacción personal, reforzando valores y aflorando capacidades y motivaciones que quizá de otro modo no habríamos conocido.
Y la pasión es energía en acción. La energía que nos ayuda a poner en valor a cada momento, nuestra capacidad de ilusionarnos, de concentrarnos, de motivarnos y de comprometernos con valentía, esfuerzo, perseverancia y tolerancia al dolor y a la frustración.
Si la aceptación nos da las alas y la determinación la energía para batirlas con fuerza, la convicción nos ayuda a remontar el vuelo en los momentos más difíciles.
Metodología
Sentido, consciencia y responsabilidad hacen parte de una serie de triadas que se relacionan, integran y dan forma a la metodología Growth Management.
Integrar, desarrollar y poner en valor dinámicamente estos 3 elementos, marca la diferencia entre lo que un líder logra y lo que realmente puede lograr con su equipo, así como el modo en el que una organización puede crecer más eficazmente desde las personas, mejorando su proyección y resultados.

Ignacio Bernabé es Presidente de The Growth Management Science, Co, consultora especializada en la gestión del crecimiento de personas, equipos y organizaciones. Creador del Growth Management, un modelo aplicado en más de 20 países y New York Award al mejor Management Speaker Internacional entre otros reconocimientos, es uno de los más importantes expertos españoles de referencia mundial por su contribución desde nuevas perspectivas humanistas, y uno de los conferenciantes y coaches más solicitados por las grandes compañías.
The Growth Management® Science Company
www.thegrowthmanagementscience.com
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