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Para el Growth Management la competitividad es un estado que alcanza una persona, equipo u organización cuando logra transformar su potencial en alta competencia, logrando en consecuencia un mayor desarrollo, proyección y resultados. Y potencia la competitividad, promoviéndola y desarrollándola en la práctica a través de un proceso de transformación del talento individual en alta competencia colectiva.
Por Ignacio Bernabé
En el anterior artículo iniciamos la nueva serie “Premisas de Growth Management para el crecimiento de las organizaciones”, donde vamos a descubrir y analizar las 9 premisas fundamentales a partir de las cuales el Growth Management se centra en potenciar el crecimiento de las organizaciones, “desde las personas”, para dar sentido y valor a su proposición fundamental que es la siguiente:
“Las personas que creen, crean y crecen en el cambio, son más comprometidas, competentes y felices y en consecuencia sus organizaciones crecen de un modo más saludable, competitivo y sostenible, generando un mayor desarrollo, proyección y resultados”.
Si la primera premisa es la salud, tal y como analizamos con anterioridad, la segunda es la competitividad.
La competitividad
“La competitividad mejora el desarrollo, proyección y resultados de las organizaciones”. ¿Pero cómo entender el concepto de competitividad aplicado al crecimiento organizacional?.
Para ello nos remitiremos al Foro Económico Mundial quien define la competitividad como: “el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país”.
Partiendo de esta concepción, debemos resaltar que el Growth Management se muestra perfectamente alineado con la propuesta del FEM, al definir la competitividad como un estado que alcanza una persona, equipo u organización cuando logra transformar su potencial en alta competencia, logrando en consecuencia un mayor desarrollo, proyección y resultados.
Y potencia la competitividad, promoviéndola y desarrollándola en la práctica a través de un proceso de transformación del talento individual en alta competencia colectiva. Es decir, potenciando el desarrollo de una manera de pensar, sentir y hacer que facilite de un modo más eficaz la puesta en valor del talento de las personas en sus organizaciones.
En este sentido debemos considerar que el talento, en sí mismo, no sirve para nada. El talento es simplemente una capacidad que nos predispone al alto desempeño y resultados en determinadas actividades, áreas y campos de actuación. Pero no deja de ser una capacidad, un potencial latente. Por tanto, si bien facilita, no es realmente determinante. Lo que ciertamente marca la diferencia es la competencia, es decir, el talento (ese mismo potencial) puesto en valor. Es por tanto la competencia, la expresión visible del talento y el objetivo a alcanzar. Algo que precisa, más allá de una capacidad natural, de un proceso dinámico y altamente eficaz que desarrollar en la empresa desde un marco general de referencia que lo propicie.
Aplicación en la empresa
Por tanto, para el Growh Management, una Organización Competitiva es aquella que ha alcanzado un estado manifiesto de alta competencia, expresado en la práctica a través de las personas que la conforman.
En contraposición, una organización no competitiva es aquella que no logra transformar su potencial individual en alta competencia colectiva, perdiendo en consecuencia la oportunidad de lograr un mayor desarrollo, proyección y resultados.
Tomando por tanto la referencia del Foro Económico Mundial, aplicaremos los principios y fundamentos del Growth Management creando un marco capaz de potenciar un perfil de empresa altamente competitiva. Un modelo que nos va a ayudar a desarrollar Entornos de Trabajo de Alta Competitividad a partir de cuatro puntos clave:
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- Entorno facilitador:
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Políticas: Una apuesta decidida por el enfoque humano: seguridad, bienestar, desarrollo, conciliación…
Infraestructuras: Alcance y eficiencia en la distribución de su producto o servicio.
TIC,s: Adaptación de la metodología, tanto de trabajo interno como de venta, a las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías (venta online, redes sociales, marketing digital…)
Estabilidad macroeconómica. Gestión financiera eficiente de los recursos de la empresa que busquen mantener los ingresos con planes para el futuro y de eliminación del riesgo de impagos entre otros factores clave a manejar.
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- Personas:
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Atraer y proyectar el talento individual transformándolo eficazmente en alta competencia colectiva. El concepto de equipo se lleva a un nivel superior.
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- Mercados:
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Manejar adecuadamente y con anticipación la situación del país/países y el sector/es en el que la empresa desarrolla su actividad y su posible evolución.
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- Innovación:
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Crear un ecosistema facilitador para el emprendimiento y la innovación, muy presente en el ADN de la organización (visión, misión y cultura).
¿Y qué beneficios proporciona crecer de un modo altamente competitivo?. Entre otros, los principales son:
- Mejora la motivación de los empleados.
- Potencia su compromiso, competencia y felicidad.
- Mejora el clima y la organización laboral.
- Reduce el estrés y la ansiedad.
- Reduce el absentismo, la rotación y las bajas laborales.
- Fomenta el orgullo de pertenencia y la imagen de la empresa.
- Y en general mejora su desarrollo, proyección y resultados.
En conclusión
El Growth Management impacta positivamente sobre la competitividad de personas, equipos y organizaciones. Evaluando y diagnosticando el potencial de crecimiento de una organización desde este punto de vista, facilita el desarrollo de una manera de pensar, sentir y hacer capaz de lograr colectivamente un mayor desarrollo, proyección y resultados.
Artículo publicado en la sección Growth Management del Observatorio de RRHH
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