#GrowthManagement #CrecimientoOrganizacional #Liderazgo
Toda organización, en el más amplio sentido de la palabra, cambia en el transcurso del tiempo. En un entorno cada vez más global, complejo y dinámico, los líderes evolucionan hacia un enfoque cada vez más humano.
Por Carlos Fuentes Espinosa
Toda organización, en el más amplio sentido de la palabra, cambia en el transcurso del tiempo. Estos cambios nacen principalmente por factores internos tales como: requerimientos de competencias, capacitación, cultura, pertenencia y así como externos: políticos, económicos, sociales, tecnológicos, legales etc.
No es posible comprender una organización, social, empresarial, familiar, política etc. sino como un ente dinámico compuesto por personas, siendo este el principal componente de todo fenómeno gregario, las personas que lo integran.
A través de The Growth Management Science, hemos ido desarrollando la gestión empresarial desde su perspectiva más relevante, su Capital Humano.
Si nos centramos en el trabajo, debemos considerar que este es un factor de bienestar, no solo en relación con la recompensa monetaria que produce por las acciones realizadas, sino además como una fuente de desarrollo integral que considere aspectos familiares, motivacionales y de realización, entre la vida personal y laboral
Como sociedad, hemos ido organizando nuestra relación desde diversas perspectivas basadas en las circunstancias históricas, culturales, valóricas y en otros elementos propios de los tiempos, hasta arribar a las actuales organizaciones empresariales.
La pregunta natural es: ¿Hemos modificado nuestras relaciones en la Creación de Valor o aún consideramos al colaborador como un factor productivo, sin más importancia que el aporte que genera a la organización en términos monetarios?
Las nuevas herramientas organizacionales, tanto a través de evidencias empíricas, como desde estudios sociológicos, de psicología social y cultural, nos permiten evidenciar las debilidades con las cuales hemos organizado a las empresas para el cumplimiento de sus objetivos.
Los cuadros de control de gestión han ido considerando elementos que van más allá de los aspectos financieros y comerciales, sino que además han ido incorporando el valor humano como la fuente principal de bienestar social que una empresa puede otorgar.
La principal razón de éxito es la generación de bienestar y no solamente la satisfacción de una necesidad para un cliente, en búsqueda de beneficios monetarios.
El sentido de pertenencia, aporte a la estrategia y el rol claro de valor aportado a la empresa, concluirá inexorablemente con procesos eficientes y clientes satisfechos, o bien, dicho de otra forma, el bienestar de los colaboradores y la fusión de una recompensa justa con un bienestar personal, familiar y social nos enriquecerá como organización y nos permitirá ser un aporte para una sociedad respetuosa de la vida en su forma más integral.
«Oh Capitán, Mi Capitán!». Hago aquí una referencia directa al gran poeta norteamericano Walt Whitman con el objetivo de destacar al liderazgo inspirador como elemento clave en todo tipo de organización y reemplazando el concepto que hemos utilizado hasta el momento: “Jefatura”.
Un líder inspirador, que además de sus conocimientos técnicos en la gestión empresarial, considere a sus colaboradores como el centro de la organización y no como un recurso más, como la participación de mercado, la eficiencia monetaria o los números que nos entregue la información contable y financiera. Lo segundo es consecuencia de lo primero, concibiendo al colaborador en su bienestar, desde el concepto más integral y como parte de un grupo humano con un objetivo claro, común y participativo de la misión de la empresa.
Si hacemos referencia a nuevos modelos de gestión, podemos nombrar al Balance Score Card, y sin la intención de adentrarme en esta herramienta de gestión, podemos destacar que su proceso de desarrollo, se inicia con la definición estratégica de la empresa y su rol competitivo en el mercado, la definición de indicadores financieros, comerciales y operacionales, así como de indicadores de aprendizaje y desarrollo humano. Es decir, desde la valorización de estos aspectos, se inicia el proceso de control integral, considerando que la relación causa- efecto, nace desde el recurso humano hacia los resultados operacionales, comerciales, financieros y estratégicos.
El proceso, basa su acción en la definición de metas, mediciones, alineamiento humano y creación de una cultura organizacional compatible con su estrategia. En otras palabras, de estos cuatro factores relevantes, dos de ellos son ligados al Capital humano.
The Growth Management Science, se ha convertido en referente mundial en el desarrollo organizacional, aportando a las empresas valiosas herramientas para su éxito integral sostenible, identificando y proporcionando las competencias de gestión para quienes lideran la organización.
El aporte de Ignacio Bernabé al desarrollo organizacional, desde la perspectiva del Capital Humanismo, ha sido valorado en importantes organizaciones a nivel mundial y aplicable a todo tipo de empresa que busque la excelencia en su gestión global.
La necesidad de cambio en las organizaciones es vital para generar y mantener sus ventajas competitivas. La humanización organizacional y los desafíos que nos presentan los nuevos escenarios, son una verdadera oportunidad de mejora en todo grupo humano, cualquiera sea su fin.
Tenemos motivadores retos para enfrentar una nueva sociedad globalizada, informada requirente de nuevas competencias. Lejos está la estructura vertical y la jefatura técnica y distante. Lejos está también el concepto de recurso humano, dado que este llamado recurso es un verdadero colaborador asociado, que comparte los intereses de la organización y se involucra en los resultados de ésta en el tiempo.
Lograr la conjunción de los intereses empresariales con los de sus colaboradores, es vital para logar una organización sólida y estable con el imprescindible respeto a la vida personal, familiar y social de cada uno de sus miembros, en cualquier lugar que ocupe dentro de su estructura.
Esta, ha sido nuestra motivación como referentes de gestión a nivel mundial, otorgando competencias que atiendan nuevos escenarios que la sociedad nos impone, a través de su evolutivo desarrollo y que históricamente, se nos ha ido presentando como oportunidad para construir una relación laboral que aporte al desarrollo humano dentro de la empresa.
Este desafío es una oportunidad, el reto de un nuevo liderazgo.
Desde una organización basada en los resultados tradicionales, a una organización que obtiene sus válidos objetivos de sustentabilidad económica en el tiempo, como consecuencia de un grupo humano comprometido y con sentido de proyección y permanencia para su desarrollo en forma integral en todos sus aspectos.
Carlos Fuentes Espinosa
Investigador y profesor de la Universidad de Talca e ICARE
Consultor y líder certificado en Growth Management® (CHILE)
Más información: